Muy muy divertido; me gustó un montón. Desde los personajes hasta las situaciones, un libro que se lee con una sonrisa (macabra, por supuesto) excepto en los momentos en los que directamente te asalta la carcajada. No lo recomiendo para leer en el transporte público si no se desea que la gente piense "cuantos chiflados hay por el mundo" (así me miraba a mi la gente mientras me partía de risa en el asiento) pero, en la soledad del hogar donde tu familia ya sabe que estás como una cabra y no le importa, este libro te proporcina 348 paginas deliciosas (no perderse el epilogo).
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Un trabajo muy sucio
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